Porque si se trata a los niños de forma adecuada a su edad y se les acostumbra a ir al dentista desde pequeños, la fobia al dentista nunca se desarrollará. Hacemos que tu hijo/a participe activamente en el tratamiento. Con nosotros, cada paciente es "dueño y señor" de su propio cuerpo en todo momento. Esto significa que nadie es retenido a la fuerza o presionado en nuestro consultorio.

El primer control debe hacerse unos seis meses después de la aparición del primer diente. También les recomendamos llevar al niño/a la niña con ustedes cuando visiten el consultorio para un control. Durante los chequeos se establece un primer vínculo. La confianza que surge es muy importante cuando se trata de prevenir posteriores interrupciones de tratamientos. No nos gusta hacer una gran intervención directamente en la primera sesión, a menos que los niños lo deseen explícitamente. Intentamos que la visita al dentista sea lo más agradable posible y que el encuentro con nosotros sea positivo. Todos los instrumentos y equipos se explican con detalle y se conversa de igual a igual sobre los tratamientos posteriores.

Las opciones de tratamiento para los niños son muy limitadas, por lo que la profilaxis regular y los controles preventivos son obligatorios. Los intervalos de las visitas se determinan individualmente, en función de la cooperación y de la higiene bucal. En nuestras clases de cepillado dental enseñamos técnicas que facilitan la limpieza de los dientes con el objetivo de que los niños adopten una rutina de higiene diaria. También te explicamos cómo reconocer la aparición de caries en los controles de seguimiento y cómo cepillar los dientes de tu hijo/a sin dolor. Utiliza desde una edad temprana el hilo dental y los cepillos interdentales en el cuidado diario y se tú mismo/a el mejor ejemplo de buena higiene bucal. Es muy importante que los padres y madres colaboren cepillando y revisando los dientes

En el caso de los adultos, normalmente realizamos exámenes radiográficos cada dos años. Esto es útil para detectar a tiempo un cambio en los dientes y también para planificar un tratamiento rápido. No queremos privar a los niños de esta oportunidad de realizarse controles y tratamientos tempranos. Se realizan pequeñas tomas de los dientes cuando se tiene una sospecha, en casos de higiene bucal muy deficiente o también de coloraciones preexistentes no eliminables y de caries incipientes. No realizamos grandes radiografías durante las revisiones rutinarias para evitar una mayor exposición a la radiación. Las pequeñas coloraciones se convierten rápidamente en caries más grandes en pocas semanas, ya que las bacterias de la caries se propagan mucho más rápido en los dientes blandos de leche. Esto provoca dolores intensos que el niño no puede describir. Los niños en principio no reconocen un dolor nuevo y no saben de dónde viene. Los padres y madres pueden notar un cambio en el comportamiento del niño/de la niña. A menudo, por desconocimiento, se realiza un estudio de causas y se pasa por alto el verdadero problema de la boca. Cuando la hinchazón se hace visible en la cavidad oral, ya es demasiado tarde. El diente necesita un tratamiento de conducto o tiene que ser extraído. Esto conlleva un alto riesgo de trauma posterior. Además, nos enfrentamos a una decisión que tenemos que tomar junto con los padres. La primera opción es el tratamiento de conducto para niños (pulpotomía). Las posibilidades de éxito no son tan buenas y los dientes trepanados suponen un esfuerzo constante para el sistema inmunitario del/de la niño/a. Sin embargo, el diente de leche natural puede mantenerse como un marcador de espacio para los dientes permanentes y puede producirse un cambio de dientes sin complicaciones. La segunda opción es extraer el diente (extracción dental). Por lo general, los niños se recuperan pronto y si hubiese un quiste, este se puede extirpar directamente. No hay tejido inflamatorio en el cuerpo. La desventaja, sin embargo, es que los dientes se mueven constantemente y se desplazan. La falta de un diente de leche puede causar un problema de espacio para los dientes permanentes más adelante, por lo que se hace necesario un marcador de espacio. Si se prescinde de este, puede ser necesario un tratamiento de ortodoncia una vez que los dientes hayan cambiado por completo.

Así que, por favor, recuerda... ¡el control es mejor que la atención posterior!

Para las visitas a nuestro consultorio, nos gustaría hacer una petición por adelantado. Por favor, no intentes preparar demasiado a tu hijo/a para la visita. Un comportamiento inusual por parte de los padres/las madres suele causar inquietud de antemano. Las promesas y los regalos también presionan a tu hijo/a en lugar de motivarlo/a. De ambas partes se genera una expectativa que suele asociarse a posibles sentimientos negativos. Evita las frases/términos negativos, como por ejemplo: "Esto no duele en absoluto". Esto plantea inmediatamente la pregunta: "¿Qué debería doler/por qué debería doler algo?" El resultado suele ser el miedo o la inseguridad. Ten la seguridad de que siempre explicaremos cada paso del tratamiento y trataremos de encontrar una forma de expresarnos y explicar las cosas de manera adecuada para los niños. Por favor, relájate durante el tratamiento de ltu hijo/a disfruta de un café o agua mientras miras o lees algo.

Los instrumentos que parezcan especialmente "peligrosos" se colocarán detrás de la cabeza del/de la niño/a y no se mostrarán. Nos ocupamos de ofrecer en todo momento la suficiente distracción y los descansos necesarios. Si notas algún nerviosismo especial en tu hijo/a, acude a la consulta un poco más temprano. En el rincón de juegos hay algo para que cada uno pueda disminuir el estrés antes del tratamiento.

Después de cada tratamiento positivo, tu hijo/a puede elegir un pequeño presente de nuestro cofre del tesoro.

Información para mujeres embarazadas: Las bacterias de la caries no están presentes en la cavidad bucal antes del nacimiento. Sólo se transmiten posteriormente a través del contacto con saliva de otra persona. Para ustedes, esto significa que si pueden evitar que chupetes, cucharas, etc. entren en contacto con saliva de otra persona, podrán prevenir el desarrollo de caries en una fase temprana. Al menos se le puede retrasar durante más tiempo.

Información para padres y madres jóvenes: Nos hemos dado cuenta de que muchos padres y madres dan a sus hijos agua con fruta, zumos de fruta o refrescos. También hemos notado que muchos niños ya no quieren aceptar el agua sin gas normal. Por favor, intenten ofrecer este tipo de bebidas sólo con las comidas. Los dientes necesitan fases de regeneración entre las comidas para que el esmalte pueda recuperarse tras la exposición a los ácidos (remineralización). Si se sigue administrando azúcar con ácidos/ácidos de frutas con dichas bebidas, el riesgo de caries aumenta enormemente.

¿Cuándo se debe retirar el chupete? Por lo general, se recomienda abandonar el chupete entre el segundo y el tercer año de vida. De esta manera, puedes evitar que los dientes de tu hijo/a se desalineen más adelante, como por ejemplo con una mordida abierta. Tú sabes mejor que nadie cómo hacer que tu hijo/a deje el chupete, porque sólo tú les conoces bien. Hay muchos consejos y sugerencias en Internet. Se ha demostrado que la mayoría de los niños se adaptan mejor cuando el proceso es paulatino. Así que es mejor que reduzcas gradualmente su uso o incluso puedes establecer una fecha para que tu hijo/a se prepare. También hemos oído historias del "hada del chupete" o de "niños pobres" que necesitan un chupete. Lo principal es que la variante se adapte a tu forma de educar y a tu hijo/a.

Esperamos tu visita a nuestro consultorio.

 

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